Sabías que...
Tic, tac, tic, tac...
Brugge Vieux,
cuando el tiempo
se mide en sabor
Vieux, Oud, Old, Viejo... cuando se trata
de quesos, este adjetivo se convierte en
sinónimo de carácter y sabor.
Y el BRUGGE VIEUX es un buen ejemplo
de ello. Los maestros afinadores de la
quesería belga Milcobel saben cuál es el
momento ideal, entre los 10 y 12 meses
de maduración, para que cada pieza
de este personalísimo queso esté en su
punto óptimo para su consumo.
¿Y cómo reconocer ese momento
decisivo? Solo los expertos lo pueden
identificar, atentos a la transformación
de la cuajada inicial, la evolución de la
corteza, el endurecimiento de su textura,
la aparición de ciertos puntos blancos en
los bordes, pequeñas cristalizaciones del
calcio...